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La organización agraria Asaja-Balears ha hecho publica su denuncia contra la Conselleria d'Agricultura i Pesca por favorecer a algunos Ajuntaments de la Isla con ayudas para la sequía y a otros no, cuando, asegura su secretario general Gabriel Company, «la sequía está afectando a todos los payeses». Company se refería, de esta forma, a la línea de ayudas que ha puesto en marcha el departamento autonómico para, en colaboración con los consistorios, subvencionar comida para el ganado debido a que la sequía, aunque menos extrema que la de años anteriores, sigue provocando pérdidas en el sector.

Estas ayudas ya se repartieron el año pasado como medida excepcional y, dado que la situación se mantenía, se han prorrogado, pero en este ejercicio, a diferencia del año pasado, las subvenciones se tramitan a través de los Consistorios. De esta forma, y según asegura el secretario general del Asaja Balears, la conselleria ha aprobado las ayudas en aquellos municipios cuyos Ajuntaments se han ofrecido a cofinanciarlas mientras que las ha denegado a aquéllos que no han podido afrontar ese gasto.

«Agricultura está fomentando de esta forma que exista una imagen de payeses de primera y de segunda, dependiendo de si sus Ajuntaments tienen dinero o no para comprar comida para el ganado. Si hablamos de un municipio sin muchos recursos económicos, el agricultor está perdido», aseguró. En este sentido, Company recuerda que en el decreto que establecía esta línea de ayudas no se establece que tengan que ser cofinanciadas por los Consistorios limitándose a señalar que se darán en los municipios más afectados por la falta de precipitaciones. Sin embargo, y a modo de ejemplo, el secretario de la organización agraria comenta el caso del municipio de Llucmajor.

Los ganaderos y agricultores de esa zona no podrán recibir ayudas a pesar de ser una de las más castigadas por la sequía llegando, en algunos caso según Company, a perder el 50 por ciento de la cosecha. La misma situación se está produciendo, según sus noticias, en el municipio de Campos donde el Ajuntament no se ha ofrecido a cofinanciar las ayudas y la conselleria se las ha negado. El problema estriba en que en un municipio limítrofe, Santanyí, sí se han aprobado las ayudas, por lo que se puede dar la circunstancia de que dos fincas contiguas, una en el límite de Campos y otra en el de Santanyí, «tengan un trato diferente por parte de la conselleria, a pesar de haber sufrido el mismo grado de sequía».