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La Universitat de les Illes Balears realiza desde hace cinco años las pruebas de paternidad o maternidad que por expreso deseo de un particular o por orden de un juez son demandadas en Mallorca. El laboratorio de Genética del Departamento de Biología realiza una media de veinte pruebas anuales, un centenar desde que la Universitat asumió esta competencia, y los responsables han comprobado que cada vez son más los supuestos padres los que reclaman esta prueba. «En efecto, hasta no hace mucho eran más las madres las que estaban interesadas en que la prueba se realizase para demostrar la paternidad de un hombre determinado, pero ahora vienen casi más padres que quieren demostrar que un niño en cuestión es su hijo o asegurarse su paternidad antes de comenzar o seguir pagando una pensión tras una separación de la madre», según explicó Misericordia Ramón, profesora del Departamento de Biología de la UIB, especialista en genética de poblaciones y ex consellera d'Innovació i Tecnologia del Govern balear.

También, aunque en menor medida, acuden a este servicio personas reclamando una prueba de maternidad, «suelen ser adultos que de pequeños fueron adoptados o vivieron en un orfanato y ahora creen haber encontrado a su madre natural y quieren comprobarlo», comentó. En otras ocasiones, las personas solicitan la prueba para confirmar la autenticidad de un progenitor de cara a poder cambiar sus apellidos en el Registro Civil. No obstante, confirmó Ramón, «en la mayoría de los casos que atendemos se trata de parejas rotas que están en proceso de separación con niños pequeños, menores de cinco años, en las que alguno de los dos progenitores desea confirmar o desmentir una paternidad».

En estos momentos, desde la Universitat balear se garantiza una fiabilidad del 99'99 por ciento en el resultado de esta prueba. Asegurar el 100 por cien resulta imposible, según explicó Misericordia Ramón, «pues para lograrlo deberían comprobarse o compararse todos los genes de padre e hijo y aún en ese caso, el progenitor podría tener un hermano gemelo o darse el caso de que en el mundo hubiera otro hombre que tuviera el mismo genotipo que él». Sí es posible, en cambio, descartar al 100 por cien la paternidad de un hombre, «ya que existen determinados genes que si el hijo los tiene sólo puede haberlos heredado del padre y si el supuesto progenitor no los presenta queda descartada su paternidad». «En todo caso, la fiabilidad del 99'99 por cien es más que suficiente, pues equivale a una proporción de uno por cada cien millones de personas», reconoció la profesora.

Las pruebas de paternidad tienen un coste de 120.000 pesetas y los resultados se entregan en un plazo máximo de quince días o tres semanas, «en realidad bastaría una semana, pero al tener que realizarse por duplicado, por motivos de seguridad, el tiempo se incrementa», argumentó. Para proceder a realizar el test son necesarias muestras de saliva o, todavía mejor, de sangre del niño, del padre y de la madre. Si ésta no desea participar se le reclama el consentimiento para extraer una muestra del hijo, «se actúa de este modo por ética, como lo indican las normas de la Sociedad Genética Forense». El laboratorio de la Universitat, el único de Mallorca que realiza este tipo de pruebas, está homologado por esta sociedad internacional, lo que significa que los marcadores de genes que se analizan para realizar la prueba son homogéneos con los que emplean los demás laboratorios del mundo también homologados. Es decir, que en todos ellos se estudian las mismas zonas del ADN de los individuos a la hora de practicar estos exámenes.