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Marily Coll está de vacaciones en Palma. No en su casa, sino en un hotel de Cala Major, «que es donde una puede estar mejor, pues aparte de que te lo dan todo hecho, al ser un magnífico hotel, una está cómoda y bien atendida. Desde hacía años quería hacer algo por el estilo: pasar las vacaciones en Palma, que es mi casa y donde tengo casa, pero en un hotel, y en este lo he conseguido. Y estoy encantada, pues nunca imaginé lo bien que una puede estar así», dice. Marily ha estado haciendo un poco de gimnasia en las instalaciones que el establecimiento hotelero tiene en su planta cero. En ellas hay de todo, incluyo jacuzzi e hidromasajes, «una maravilla». Luego se da un baño en la piscina, y alguna tarde en la playa, y por último se tumba en la hamaca y se relaja.

"¿En qué andas metida?
"He terminado mi colección de costura que presentaré en televisión dentro de un par de meses. También, como ya te conté a principios de verano, he estado haciendo uniformes personalizados para hoteles, concretamente para el Conde Duque, de Madrid, y para uno alemán, de Canarias. La idea ha tenido una gran aceptación, pues como te digo, son uniformes personalizados, no uniformados. Por eso tengo la esperanza de seguir haciéndolos para otros establecimientos. Y también tengo dos propuestas muy interesantes, fuera de la moda, que espero poder contar pronto. De momento voy a ser como los artistas, no hablo hasta que todo esté concretado.

"¿Crees posible, e interesante, una moda balear, al estilo de la moda gallega o leonesa?
"Sí, claro. Es interesante aparte de que serviría para promocionar las islas en España y en Europa. Pero eso requiere un apoyo total por parte del gobierno, pues es algo que no se hace así como así.

"Cambiemos de tema y terminemos. Se dice que tu compatriota, Carlos Menem, le compró la casa a Adolfo Suárez a través de terceros, de una sociedad. ¿Lo sabías?
"¿Ah sí? Pues no lo sabía, aunque tampoco me extrañaría que así fuera. Esta gente suele tener terceras personas, gente de paja, a través de la cual hace sus negocios. Él está ahora perseguido por la Justicia y detenido en su domicilio, y debe de ser por algo. Pero yo con él no tengo tratos, ni tampoco con su gente, pues ni soy peronista, ni tampoco partidaria suya. De Argentina, donde nací, lo único que me quedan son unas propiedades que heredé de mis padres. Nada más. Bueno, sí, amigos.

Marily Coll hace cuentas de quedarse en Palma hasta finales de este mes de agosto, «a pesar de que ya tendría que haber regresado a Madrid, porque aunque lo tengo todo controlado, tengo muchos compromisos, pero es que necesitaba este descanso».