El director manchego Pedro Almodóvar con un niño en las manos.

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Dicen que la cara es el espejo del alma y, de la cara, una de las expresiones más importantes es la sonrisa. Amplia, sencilla, cohibida o postiza. La sonrisa tiene múltiples estilos que definen múltiples personalidades. Pueden engañar o, sencillamente, mostrar la verdad. El fotógrafo Robert Freeman lleva tres décadas cámara en mano dedicado a buscar el instante, y, de entre esos momentos, destacan las sonrisas. Las más representativas se recogen en una exposición, «Smiles/sonrisas/somriures», que el Centre de Cultura Sa Nostra inaugura esta noche a las 20.00 horas.

Un lápiz con el que retratar la personalidad de sus modelos. Así define Freeman su cámara fotográfica. Nacido en Inglaterra, a la edad de 12 años ya jugaba con las imágenes. No fue hasta su ingreso en la universidad que sintió que, aquello que había empezado como una afición, podía convertirse en un oficio. El cine, la ciencia-ficción, los gráficos, la pintura contemporánea y la arquitectura influenciaron al joven aprendiz de fotógrafo.

Desde 1963 y hasta 1966, Freeman se convirtió en el fotógrafo de The Beatles. Diseñó e hizo las imágenes de cinco de las portadas del grupo, de los dos libros de John Lennon y de los títulos de sus dos películas, «A hard day's night» y «Help». Una de las más conocidas es la que tomó el 7 de febrero de 1964. Ese día, la formación llegaba a Nueva York para conquistar América. Freeman se adelantó a ellos y los fotografió en el instante en que vieron a la multitud de fans que les aclamaban desde el tejado del edificio del aeropuerto. Sonreían.

A partir de entonces, el fotógrafo recorrió el mundo y los diferentes campos de la imagen. Hong Kong, Tailandia, Singapur, Borneo y, desde 1992, España. Videoclips, spots publicitarios y, de nuevo, la fotografía. En España, ha repasado con su cámara todos los niveles de la cultura contemporánea, desde artistas hasta músicos pasando por actores y filósofos.