La empresa Tirme, concesionaria del tratamiento de residuos de
Mallorca, comenzó ayer la construcción del controvertido depósito
de cenizas de la incineradora, que se ha retrasado casi seis años
como consecuencia de la fuerte polémica surgida sobre su ubicación.
El conseller de Medi Ambient del Consell, Miquel Angel Borràs, y el
gerente de la planta de incineración, Àngel Fernández, se
trasladaron ayer a los terrenos de la zona de Son Reus en los que
se construye esta infraestructura para supervisar el inicio de las
obras. Se espera que la construcción de esta instalación esté
acabada a lo largo del mes de abril.
El conseller de Medi Ambient explicó que, a pesar de que todos
los estudios realizados demuestran que las cenizas cimentadas son
inertes y no presentan riesgos para la salud, el Consell ha optado
por la construcción de un depósito de seguridad al que se aplicará
una capa de impermeabilización de 1'4 metros de grosor. Esta capa
está compuesta por un metro de arcilla y varias capas de tela
asfáltica especial. Para tener mayores garantías, se instalarán
además unos sensores electrónicas que advertirán de las posibles
fugas de emanaciones o de materiales tóxicos.
El depósito tendrá cuatro metros de profundidad, a los que se
sumarán unos siete metros más de capas superpuestas de cenizas
cimentadas. Conforme se vayan llenando los diversos sectores, se
irán tapando con una serie de capas de arcilla y terrenos para
incorporar el vertedero al medio natural. El vertedero está situado
en el lado norte de la carretera que conduce al vertedero, cerca
del cruce de acceso a la planta incineradora. La superficie del
depósito de seguridad es de 60.000 metros cuadrados, pero la
capacidad útil es de 415.035 metros cúbicos, para un volumen
previsto de 25'5 años de 413.440 metros cúbicos de cenizas
cimentadas.
El avance del depósito de seguridad se ha dividido en cuatro
fases, con el fin de reducir la fase de excavación y posibilitar
así la inmediata revegetación de la superficie definitiva. En este
depósito se instalarán parte de las cenizas que en estos momentos
se acumulan en la zona posterior de la planta incineradora de Son
Reus. La inversión prevista en la construcción de este depósito es
de unos 386 millones de pesetas, ya que se trata de una de las
instalaciones más baratas de las previstas en el Parque de
Tecnologías Ambientales de Mallorca, nombre con el que se ha
rebautizado a la zona de Son Reus.
Según explicó el responsable de Medi Ambient del Consell, esta
obra se complementerá con la construcción de una planta de
tratamiento de escorias procedentes de la incineradora, con una
capacidad de tratamiento de 82.5000 toneladas al año, que se
corresponde con las previsiones de producción de la planta
incineradora de Son Reus.
Borràs: «Se trata de una de las materias primas del
siglo XXI»
El conseller de Medi Ambient del Consell de Mallorca, Miquel Àngel
Borràs, tiene claro que los residuos se han convertido en una de
las nuevas materias primas del siglo XXI. Desde este nuevo enfoque,
el conseller defiende la estrategia de la institución insular para
aprovechar al máximo esa materia prima y conseguir su valoración.
Esta valoración puede ser la producción de energía eléctrica con la
incineración de residuos o la producción de compost a través del
tratamiento de la materia orgánica. A este procedimiento se suma la
separación de los residuos no orgánicos como el vidrio, el papel o
los envases y su posterior reciclaje en las plantas de tratamiento
que se construirán en la zona del Parque de Tecnologías
Ambientales. En el año 2003, con la construcción de todas las
plantas, quedará cerrado el ciclo definitivo del tratamiento de
residuos en la Isla.
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