«No serán los turistas sino los empresarios y los ciudadanos de
esta tierra quienes pagarán la ecotasa; si yo fuera el Govern me
pensaría muy seriamente ejecutar un impuesto de estas
características». Con esta rotundidad se manifestó ayer en Raixa el
ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, sobre la aplicación de la
ecotasa, que el Govern quiere comenzar a recaudar antes de Semana
Santa.
Matas considera que el Tribunal Constitucional «no le ha hecho
ningún favor a este Govern» y recordó que el levantamiento de la
suspensión «no es más que un trámite que no cuestiona la bondad o
no del impuesto». «La aplicación de este impuesto es más
perjudicial que nunca para nuestra economía y nuestro futuro; la
tasa es una buena idea que siempre hemos compartido, pero que está
mal hecha porque, y que la gente no se engañe, no la pagan los
turistas, lo pagamos todos», opinó el ministro de Medio Ambiente,
quien ya se pronunció en contra de este impuesto cuando era el
portavoz del PP en el Parlament.
El ministro de Medio Ambiente recordó que los responsables de
turismo de Andalucía «se está frotando las manos diciendo que
reciben más turistas ante la expectativa de la aplicación de este
tipo de impuesto en un lugar competitivo para ellos como es
Balears».
Aunque menos contundente que Matas, Munar sí apuesta por
reflexionar sobre la conveniencia de aplicar ahora la ecotasa. «El
Govern, que ahora tiene la potestad de decidir sobre la aplicación
del impuesto, debe reflexionar y saber exactamente en qué momento
económico nos encontramos», pidió la presidenta del Consell y socia
del Pacte de Progrés. «A la larga no se puede culpar ni al Govern
ni al Consell de que, por poner un impuesto o sacar una moratoria,
seamos los responsables de una crisis económica que es mundial y
que no tiene una relación directa con nuestros acuerdos», subrayó
Munar, quien también ve la ecotasa como «un impuesto a los
hoteleros».
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