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J. MESTRE El president del Govern, Francesc Antich, pidió ayer un esfuerzo a la sociedad para que la lengua catalana sea «un nexo de convivencia en Balears». Antich, acompañado por Maria Antònia Munar, presidenta del Consell, y Damià Pons, conseller d'Educació, presentó el plan de choque del catalán, que dispondrá de un presupuesto de 4'2 millones de euros (800 millones de pesetas).

«Es muy importante que las instituciones hagan de motor del proceso de normalización lingüística», pidió Antich, mientras Munar reiteró la urgencia de poner en marcha el Plan de Actuaciones Urgentes en Normalización Lingüística. El Ejecutivo y los tres consells insulars han financiado el plan de choque.

El Govern reconoce que el impulso de la normalización lingüística en la sociedad balear será lento y para ello harán falta modificaciones de las actitudes públicas y privadas. Según los últimos datos, el 10 por ciento de la población que vive en Balears no entiende el catalán. «La situación ha empeorado durante los últimos años», asumió Joan Melià, director general de Política Lingüística. Hace 15 años, la totalidad de la población de Balears entendía el catalán.

Pons no cree que la enseñanza haya empeorado
El conseller d'Educació, Damià Pons, aprovechó ayer la presentación del plan de choque del catalán para volver a atacar la propuesta del Gobierno central de imponer una reválida para los estudiantes que terminan el bachillerato. «La ministra Pilar del Castillo no hace caso a los informes que hace su propio gobierno sobre la calidad de la enseñanza; según el último estudio, los alumnos que terminan el último curso de la educación primaria están ahora más preparados que hace diez años», cuestionó Pons, quien reiteró que la mejora de la enseñanza no se consigue con la modificación de leyes. «La enseñanza tiene muchos problemas porque es un reflejo de la sociedad. Todos sabemos que los alumnos que consiguen peores académicos, por regla general, son aquellos que viven en unas familias con un nivel sociocultural bajo y en Balears, por desgracia, las familias con más problemas son aquellas que han llegado de fuera durante los últimos años».