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TOMEU GARCIES La devoción a la beata sor Francinaina Cirer se conserva muy viva todavía. Así lo demuestra el hecho de que durante el pasado año el sepulcro de la beata fue visitado por más de 14.000 personas. Estas son las cifras que ofrece el Obispado de Mallorca y que muestran también que los peregrinos a pie superaron las 900 personas.

Precisamente, ayer los sencellers homenajearon la figura de sor Francinaina y, como de costumbre, la fiesta fue de lo más sencilla. Los participantes desfilaron por la capilla del convento de las monjas para homenajear el sepulcro de la beata y fueron muchas las personas que acudieron vestidas de payesas. La delegada de Govern, Catalina Cirer, tampoco se quiso perder la fiesta.

Al son de las xeremies, todos fueron en alegre y respetuosa procesión hasta la plaza, donde se depositaron los ramos de flores. La celebración adquirió un tono más ceremonioso con el oficio religioso. Un grupo de vecinos recogió fondos a favor de la labor que realiza la misionera sencellera Francisca Pons en Honduras para ayudas a los niños y las personas mayores.