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En los alrededores de la calle Estacada continúan los trabajos de arqueología y de derribo de lo que fueron las antiguas casas y los populares bares del viejo «barrio chino» de Palma, denominación que abarcaba las calles comprendidas entre Socors, Ballester y Ferreria. A lo largo de las últimas semanas se habían ido preparando en grandes montañas de escombros los primeros restos materiales para ser retirados en breve, separándose ya las piedras del metal y la madera.

Ayer por la mañana dichos restos habían sido retirados, por lo que gran parte del solar afectado por los derribos se encontraba libre de cascotes, de objetos y, en cierto modo, libre también de viejos recuerdos. La desaparición del «barrio chino» se enmarca dentro de un proyecto de rehabilitación de la zona algo más amplio, que abarca parte del casco antiguo, y que es denominado «proyecto de rehabilitación de sa Gerreria». Dicho proyecto prevé la construcción de unas trescientas viviendas, un aparcamiento subterráneo y dos nuevas plazas.