«Reconozco que hubo algunas cosas que no fueron acertadas». El
president del Govern, Francesc Antich, admitió ayer que fue un
error no haber impedido que los miembros de la 'marcha azul'
colgaran pancartas en la capilla del Consolat de la Mar, junto al
retrato de Jaume Matas.
El president insistió en que fue un error permitir esta
actuación, si bien también afirmó que se trata de una «anécdota»
que no debe servir para confundir a los ciudadanos. El president
contestó así a las críticas lanzadas por dirigentes del PP unos
días antes por haber consentido que se colgaran carteles y
pancartas junto al retrato oficial de Jaume Matas.
«No era deseo del Govern que pasasen estas cuestiones», dijo
Antich, quien sin embargo añadió que hechos semejantes se producen
con relativa frecuencias en otras instituciones, como el Ajuntament
de Palma o el Consell de Mallorca.
Pese a estas disculpas por una actuación «no deseada», Francesc
Antich señaló que el Govern tiene muchas coincidencias con los
promotores de la contra cumbre. Antich no participará en la
manifestación de hoy, pero dijo que habrá representación del
PSIB.
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