Emilio Fernández es el primer mallorquín que obtiene el título de quiropráctico

Según Emilio, «la quiropráctica es una rama de las ciencias de la salud que trata de remover interferencias en el sistema nervioso a través del ajuste vertebral».

O más fácil: «Pongo los huesos en su sitio, lo cual tiene un efecto muy positivo en la salud». Y aclara: «El sistema nervioso, protegido por cráneo y columna vertebral, controla los tejidos, órganos y sistemas de nuestro organismo. Un mal movimiento de los huesos de la columna puede irritar los nervios, lo cual producirá una interferencia en la función normal de los tejidos controlados por dichos nervios, lo que se denomina subluxación vertebral, que origina interferencias en el suministro nervioso que afectan a tejidos y órganos, lo que suele producir síntomas de dolor y salud enfermiza. A través de la quiropráctica "apostilla", se localizan y ajustan esas subluxaciones vertebrales, y se hace, en primer lugar, examinando, ya bien palpando, ya bien viendo las radiografías, la columna vertebral para localizar los puntos en que tienen lugar esas interferencias; en segundo lugar, se tratará, a través de una presión controlada, de que los huesos de la columna vertebral rectifiquen la mala posición que tienen».

Emilio Fernández fue uno de los muchos españoles que marchó a Estados Unidos para estudiar a través del típico intercambio. «Tenía 19 años y mi intención no era estudiar quiropráctica. Pero se dio la casualidad de que en la familia donde estuve, el padre era quiropráctico quien, a través de ajustes que me hacía en cuello y extremidades, logró quitarme las jaquecas y las molestias musculares en hombros y cuello que de vez en cuando padecía». Así fue como tuvo conocimiento de la quiropráctica. La carrera es de seis años, tres de prequiropráctica y un mínimo de tres y medio de quiropráctica.