Que la experiencia es un grado se pudo comprobar ayer con los diferentes bailes realizados.

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La Plaça Major de Palma se convirtió ayer en una improvisada pista de baile para celebrar la Trobada de Baile i Gran Festival. En la emblemática plaza se dieron cita unos 3.500 bailarines de toda Mallorca, todos ellos miembros de la Federación de Asociaciones de Personas Mayores de Baleares.

En ésta su novena edición, la amenaza de lluvia fue uno de los principales temores por parte de la organización, sin embargo, lució el sol y la fiesta transcurrió con toda normalidad. «La gente está muy animada y el tiempo nos ha acompañado», señaló María Teresa Rattier, vicepresidenta de la Federación de Asociaciones de Personas Mayores de Baleares.

El alcalde de Palma, Joan Fageda, también se apuntó a la fiesta con su presencia y quiso dar la enhorabuena a todos los participantes y les animó a seguir adelante. Los primeros en tomar la pista de baile fueron los «balladors» del típico baile mallorquín «ball de bot», los cuales demostraron su gran hacer con sus sincronizaciones de círculos y pasos. A continuación el baile de salón protagonizó las escenas más románticas en la pista.