El Centre de Recerca Económica (CRE) de Sa Nostra ha confirmado
que, por primera vez, el consumo familiar en Balears ha dejado de
crecer de forma paralela a su producción (PIB). En el primer
trimestre de 2002, el consumo familiar subió un 0'5 por ciento, la
mitad del PIB, lo que «refleja el efecto de la ralentización
económica sobre las expectativas de compra», dijo ayer el director
del CRE, Antoni Riera, en la rueda de prensa que ofreció para
presentar los datos más relevantes del informe de coyuntura.
Sa Nostra redujo del 1'9 por ciento calculado anteriormente
hasta el 1'5 por ciento la previsión de crecimiento del PIB balear
para el conjunto del 2002. Riera indicó que los datos del primer
semestre ponen en evidencia que este ejercicio «será de transición»
después de un periodo expansionista difícilmente sostenible.
También, corrigió a la baja la expectativa de crecimiento del
Govern, que es del 3'6 por ciento para el próximo año.
Durante el primer trimestre, el PIB no agrario subió un 1'1 por
ciento, con variables como un aumento de actividad en construcción
del 2'9 por ciento, frente al 4'1 por ciento del último trimestre
del 2001.
En cuanto a la industria, de enero a marzo de este año mantuvo
un nivel de crecimiento del 2 por ciento respecto al mismo periodo
del año anterior, mientras que el sector servicios fue durante este
primer trimestre el que registró una menor expansión, con el 0'8
por ciento. Riera subrayó que la construcción, con un ritmo de
crecimiento inferior al de años anteriores pero superior a la media
balear, «si mantiene este pulso, es básicamente gracias a la
licitación oficial» con aumentos del 216 por ciento en la
edificación y del 290 por ciento en ingeniería civil. Sin embargo,
el número de visados para viviendas unifamiliares bajó casi un 39
por ciento; el de adosados, un 11 por ciento, y el de edificaciones
plurifamiliares, un 11 por ciento.
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