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Los restos de los padres de Pepe Tous reposan en el cementerio de Palma Ayer por la mañana, yendo hacia la zona del Levante de la Isla, nos cruzamos en la autovía con Kyril de Bulgaria, que venía en dirección a Palma. ¿Adónde irá?, nos preguntamos. Así que le seguimos, más que nada por curiosidad. ¿Y saben adónde fue? A palacio, a Marivent. Entró por la puerta principal, permaneció media hora en el interior, volvió a salir y regresó a Porreres. Por cierto, ¿qué habrán pensado en palacio, o en otros círculos, de que Rosario Nadal y él asistieran a la boda de Mohamed VI en plena polémica de Perejil? A mí, la verdad, es que me da lo mismo, pero a otros, tengo entendido que no. Bien, de vuelta a Palma nos pasamos por el Club de Mar, ¿y a quién dirán que vimos? A Sara Montiel y a su novio, Antonio, que salían a navegar en el barco de unos amigos. Les acompañaban los perritos de Sara. Al igual que en años anteriores, el barco puso rumbo hacia Poniente, lo que permitió a Toni conocer parte de la costa desde el mar fondeando por último frente a una cala donde se bañaron. A media tarde regresaron a Palma. La intención de Sara es seguir mostrando en días sucesivos a su novio algunos de los lugade la Isla más queridos por ella.

Sólo un niño quedó en La Habana
Por otra parte, les diré que estuve hablando con Pep Carles Tous, primo carnal de Pepe Tous, quien me comentó, «por supuesto, sin ánimo de levantar polémicas», que Sara estaba un poco equivocada al decir que en el cementerio de La Habana están enterrados los padres y abuelos de Pepe y un niño, tío carnal de éste. «Los abuelos maternos de Pepe, don Juan Barberá Castro-Nuño y doña Carlota, allá por el año 1910 viajaron a Cuba. A él, que era escultor, le habían contratado para hacer unos trabajos. Les acompañaba su hijo de corta edad, que murió allí, a los siete años, siendo enterrado en el cementerio de La Habana, ciudad en la que nació, no sé si antes de que el niño muriera, su hermana, Rosita, quien con el tiempo sería la madre de Pepe. Cuando la niña tenía 3 años, con sus padres, repito, los abuelos maternos de Pepe, regresaron a España, pero en vez de instalarse en Barcelona, lo hicieron en Palma, en una casa que compraron entre las calles Obispo Maura y Miquel Marqués. Por eso, en el cementerio de La Habana sólo están los restos de aquel niño, tío carnal de Pepe. Y nadie más. Los abuelos y padres de Pepe "apostilló" reposan en el panteón de los Tous, en Palma».