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Un inusual repique de campanas procedente de la iglesia de Sant Cosme y Sant Damià sobre las 7.45 horas de la mañana, anunció ayer los buenos días para los vecinos de Pina. Un descanso dominical, no obstante, que amaneció con una gran chocolatada popular, con pijama incluido, en la plaza de Pina.

Ayer no fue el sonido estridente del despertador el que interrumpió el sueño de los vecinos de esta pequeña localidad del Pla. Pasadas las seis y media de la mañana, numerosas bocinas de coche mezcladas con las campanadas del templo, despertaron a pequeños y mayores. Cuando faltaban cinco minutos para las ocho, muchas caras de sueño olfatearon el sugerente aroma a chocolate a la taza con ensaimada recién sacada del horno, y se acercaron a la plaza del pueblo. Todos vestían pijama.

Una vez en la plaza, los vecinos de Pina desayunaron juntos de una taza caliente de chocolate con ensaimada. No sobró ni un trozo. Los más pequeños quisieron repetir de tan dulce desayuno. Este año, la tradicional chocolatada con pijama ha reunido a muchos más niños que a gente mayor. El desayuno popular de Pina también atrajo la atención de algunos extranjeros que han fijado su residencia en esta localidad de Algaida.