TW
0

Alrededor de 5.000 personas habrán desfilado por el mercadillo Nuevo Futuro que ayer por la noche cerró sus puertas definitivamente. Un mercadillo para hacer más grande la sonrisa de niños marginados, con problemas familiares, que dicha institución acoge dentro de sus posibilidades, en dos pisos, uno subvencionado por el Ajuntament de Palma en su 70 por ciento, y otro al que una institución oficial acaba de retirar una subvención de 12 millones de pesetas con la que se sustentaba, por lo que Nuevo Futuro está estudiando hacer otro convenio con Cort para sacarlo adelante, pues en solitario su presupuesto no le alcanza. Pero todo se andará.

La noche del sábado, a causa del Barça-Madrid, era la que más preocupaba a los organizadores del rastrillo, pero a medida que fue avanzando la misma dicha preocupación se disipó, ya que el comedor se vio abarrotado de clientes, como en noches anteriores, dispuestos a dar buena cuenta de una suculenta cena -ya es de todos sabidos que los cocineros de Nuevo Futuro son excelentes en cuanto a condimentar platos y generosos a la hora de hacer las raciones-, seguida de la actuación de Agustín «El Casta», calificada por todos de extraordinaria.

Y ayer domingo, pese a la lluvia y al Mallorca-Villarreal de la tarde, lo mismo. Según la presidenta de Nuevo Horizonte, Carmen Fuster, pasarían a lo largo del día unas mil quinientas personas que buscaron -y adquirieron (aparte de que tres sudamericanas trataron de llevarse unas prendas a escondidas)- por entre los distintos tenderetes ropa, libros, zapatos, flores, antigüedades, etcétera, y por el del tombolón, la suerte de un regalito a cambio de unos pocos euros que, a buen seguro, van a parar a una buena causa. ¿Que a cuánto se ha llegado este año en ingresos? Carmen Fuster lo dirá en fechas próximas, una vez hecha la caja, pero a ojo de buen cubero más que el año pasado. En cuanto al sobrante de material, según la presidenta de Nuevo Futuro irá a parar al rastrillo de es Refugi.