Munar alertó además de que la obligación de realizar un estudio
de impacto ambiental del Plan Territorial provocaría un retraso de
dos años en este plan. Ello obligaría a levantar las moratorias
antes de la aprobación del plan, sin haber adoptado ninguna medida
de protección previa, lo que, en su opinión, es una
«irresponsabilidad». El president del Govern, Francesc Antich,
señaló a UM como responsable del rechazo parlamentario a esta ley y
se mostró esperanzado en que, durante la próxima legislatura, pueda
aprobarse este ley y todas las que han quedado pendientes. En
cualquier caso, el president se mostró convencido de que el voto
coincidente de PP y UM no tendrá consecuencias en el Pacte, ni
siquiera tras las elecciones.
El diputado de Els Verds Joan Buades no compartió en absoluto
esta opinión de Antich ya que advirtió al president de que, tras
las elecciones, el PSOE deberá optar entre buscar el apoyo de Els
Verds o lograr el de UM. «No estaremos en un gobierno con UM si
antes no abandona su ideario de extrema derecha», dijo Buades.
El diputado verde lanzó duras acusaciones contra el partido de
Munar, de quien dijo que tiene un comportamiento «siciliano» y de
«extrema derecha». Para Buades, los nacionalistas «se han
retratado» en el último pleno y han formado con el PP la auténtica
mayoría en materia medio ambiental. Tanto la consellera de Medi
Ambient, Margalida Rosselló, como el diputado del PSM Antoni Alorda
consideraron «gravísimo» que UM se alineara con las tesis del PP.
«Ante próximas alianzas, UM deberá cambiar de actitud porque no
estamos en un pacto progresista para sacar adelante las políticas
del PP», dijo Alorda.
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