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El doctor Santiago Grisolía, premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, fue nombrado ayer académico de honor de la Reial Acadèmia de Medicina de Balears (RAMIB) en un acto solemne que tuvo lugar en la capilla de Can Campaner. Grisolía pronunció su discurso de ingreso sobre «Mi casual relación con la genética» en la que explicó su vinculación con el mundo de la genética, tras agradecer el «honor» de formar parte de la Acadèmia.

El acto fue presidido por la consellera de Salut i Consum, Aina Salom; el presidente del Colegio de Médicos, Enrique Sala y el presidente de la Acadèmia, Alfonso Ballesteros y contó con la presencia del Premio Nobel Jean Dausset. «Esta es una historia personal y breve, puesto que, como he dicho muchas veces, yo no soy un experto en genética, sino un bioquímico que, por circunstancias diversas ha tenido relación con algunas de las personalidades más importantes de la genética moderna», dijo Grisolía a modo de introducción.

Por su parte el presidente de la Reial Acadèmia de Medicina, Alfonso Ballesteros, manifestó que las consideraciones sobre los límites éticos de las manipulaciones genéticas «son de valor extraordinario puesto que se apoyan en su indiscutible autoridad científica y en principios morales alejados de influencias doctrinales». Ballesteros, dirigiéndose a Grisolía apuntó «al hacerle entrega del título y la medalla de académico de honor de la Acadèmia, repetimos la satisfacción de todos los que integramos esta institución y hacemos votos para que pueda continuar ejerciendo su magistario durante muchos años», concluyó.