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G. ALOMAR
Un destructor nortemericano del tipo Arleigh Burke, el más moderno en la USS Navy, llegó ayer al puerto de Palma, donde quedó abarloado al destructor británico HMS York atracado junto al portaeronaves Ark Roya. Una espectacular concentración de navíos de guerra que suman más de mil efectivos y ofrecen al puerto de Palma el aspecto de una auténtica base auxiliar angloamericana.

Se da la circunstancia de que este buque que posee una dotación de 350 tripulantes, ademas va armado con los mortíferos misiles Tomahawk, utilizados en la guerra de Irak, los cuales pueden alcanzar un blanco a 2.500 kilómetros de distancia con carga convencional o nuclear, según convenga. La estructura de este buque, diseñada para ser «invisible» al radar, asimismo ha sido diseñada contra ataques NBQ (nucleares, químicos o bacteriológicos) mediante el cierre hermético del interior revestido de kevlar, un material de alta resistencia. Un cañón del calibre 5/54, dos sistemas de armas de corto alcance, seis lanzaderas, un lanzamisiles antibuque y tubos lanzatorpedos triples completan este arsenal flotante, capaz de navegar a más de 30 nudos de velocidad.