Josep Pons Fraga21/07/03 0:00
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Las consultas «sub secreto» que se han iniciado recientemente en el procedimiento canónico para designar al sucesor de Teodoro Ubeda incluyen en lugar destacado al obispo Piris Frígola. El fallecimiento, el pasado 18 de mayo, del que fue prelado de Mallorca durante treinta años, abrió el proceso sucesorio, mientras la diócesis mallorquina es regida por Andreu Genovart, el administrador diocesano que nombró el Colegio de Consultores. Las excelentes relaciones que mantiene Joan Piris con el cardenal arzobispo de Barcelona y con el arzobispo de Valencia, Agustín García Gasco, constituyen la clave que explican el rápido ascenso del prelado menorquín. A finales del pasado mes de junio se desplazó a Menorca, en visita privada, de la que no se informó hasta que se marchó de la isla, el cardenal Carles, que dentro de dos meses verá como finaliza la prórroga concedida por la Santa Sede para ser relevado al frente de la archidiócesis de Barcelona.

En el transcurso de este encuentro Ricard Maria Carles, que ordenó obispo a Joan Piris en la Catedral de Ciutadella el 28 de abril de 2001, habría planteado a Joan Piris la inclusión de su nombre en la terna para la sucesión de Teodoro Ubeda en la diócesis de Mallorca. También se habría concretado en esta visita de Carles a Menorca, que se prolongó durante dos días, el desplazamiento del prelado menorquín a Inglaterra para atender, durante el mes de julio una parroquia situada en el barrio de Westminster, de Londres.

Uno de los principales objetivos de esta estancia de Joan Piris en Gran Bretaña consiste en perfeccionar el idioma inglés, lo que se considera de gran importancia para dirigir una diócesis donde el turismo desempeña un papel capital como es Mallorca. El nombre de Joan Piris fue incluido el pasado jueves por «La Vanguardia» entre los candidatos que propondrá el nuncio de la Santa Sede en España, Manuel Monteiro de Castro, para designar al sucesor del cardenal Carles, con motivo de su jubilación. El rotativo destacó precisamente la vinculación del obispo de Menorca con Ricard Maria Carles, «desde que ambos coincidieron en la parroquia de San Fernando Rey».