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El caso del director general de Industria que pertenecía al mismo tiempo a dos partidos políticos -PP y UM- puede repetirse en cualquier momento. Ochogavía, que finalmente fue obligado a dejar el cargo en el Govern, pudo militar a la vez en el PP y UM sin ningún tipo de problemas. De hecho, los partidos políticos de Balears no tienen ninguna posibilidad técnica de saber si sus futuros militantes forman parte de otras formaciones políticas. En el Partido Popular exigen a sus nuevos militantes que presenten una fotocopia del DNI y el aval de dos dirigentes del PP. En muchas ocasiones los avalistas son los propios empleados que habitualmente se trabajan en la sede popular. Las juntas locales respectivas aprueban la afiliación y Madrid entrega el carnet. Nada más. Un portavoz del PP explicó a este periódico que cuando alguna persona se afilía en la formación conservadora se supone «que no pertenece a otra formación política».

En UM también se utiliza el filtro de los avales para afiliar a los nuevos militantes, pero es evidente que en el caso de Ochogavía el control falló estrepitosamente. Las personas que quieren militar en UM rellenan un documento de inscripción, que debe incluir forzosamente el aval de dos afiliados. Se da por hecho que estos militantes conocen al nuevo afiliado y sus simpatías políticas, aunque el método tampoco es infalible. En el PSOE es mucho más sencillo poder afiliarse. En estos momentos los socialistas de Balears pueden inscribir nuevos militantes incluso a través de internet. El sistema consiste en pedir la afiliación y los órganos internos aprueban la nueva inscripción. Los militantes socialistas tienen un plazo de tiempo para recurrir las nuevas afiliaciones. El secretario de organización del PSOE balear, Damià Cánoves, reconoce que nunca se ha detectado un caso de doble militancia, aunque sí se han registrado otras situaciones curiosas. «Algunos militantes socialistas integraron una candidatura de un ex dirigente del PSOE; todos los candidatos fueron dados de baja automáticamente», explicó Cánoves.

En el PSM, según su secretario general, Mateu Morro, sólo son necesarios los avales de dos militantes para realizar una nueva afiliación. Es decir, la formación nacionalista utiliza el mismo sistema de control que PP y UM. Los nuevos afiliados rellenan una solicitud y la militancia es aprobada por los órganos internos del PSM. Los avalistas, en principio, deben conocer el perfil político del nuevo militante. Morro tampoco tiene constancia de que algún afiliado del PSM haya tenido el carnet de otro partido al mismo tiempo. Sí es más probable que militantes que están en situación de inactividad en el PSM se incorporen a otras formaciones políticas, aunque Morro tampoco recuerda ningún caso escandaloso.