El anteproyecto de declaración de servicio público en los vuelos
entre las Islas elaborado por el Ministerio de Fomento representa
un paso importante en la solución al problema de los altos precios
en las rutas entre Mallorca, Eivissa y Menorca. El precio máximo
fijado de 48 euros por trayecto para los residentes alivia en
cierta medida una situación abusiva que sufren desde hace años los
ciudadanos de Balears que han de o quieren viajar en avión a las
islas vecinas.
Sin embargo, y a expensas de futuras reuniones entre Madrid y
Balears, la propuesta del Ministerio resulta insuficiente e
incompleta porque no resuelve en su totalidad los problemas
implícitos en la condición insular de los baleares.
Iniciado el proceso para solventar el coste de los vuelos
interinsulares, apoyado por la Asociación Española de Compañías
Aéreas (AECA), queda pendiente la rebaja de los precios en las
conexiones entre las Islas y la Península, un problema que viven de
forma diferente las tres islas.
La situación que vive Mallorca se resume en unos excesivos
precios de los vuelos hacia la Península que obligan a los usuarios
a buscar con semanas o incluso con meses de antelación ofertas o
tarifas rebajadas en unas compañías que, por fortuna, ofrecen un
amplio abanico de frecuencias.
Sin embargo, el problema se agudiza en Menorca y Eivissa, donde,
además de sufrir los altos precios de los vuelos a la Península, no
disponen de un número de frecuencias óptimas para trasladarse, en
especial en invierno. El anteproyecto presentado por Fomento supone
la base para comenzar a solucionar problemas, pero no es del todo
suficiente si tan sólo se contempla la declaración de servicio
público en los vuelos interislas.
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