Construido en 1947, el edificio que albergó la Caja de reclutas
durante 50 años, está a punto de desaparecer del panorama urbano de
Palma, puesto que su demolición sólo depende del trámite de la
firma del acta de replanteo, imprescindible para que en septiembre
u octubre los obreros y máquinas empiecen su cometido.
La derogación del servicio militar obligatorio en España, que
entró en vigor en 2001, supuso el cierre de las cajas de reclutas
de todo el país, entre las que se encontraba la de Palma, en la
Avinguda Gabriel Alomar i Villalonga, formando parte del complejo
residencial que posteriormente se construyó colindando con este
edificio y que también serán derribados para que el terreno
resultante forme parte de la zona verde del Parc de la Mar. Los
edificios de viviendas todavía siguen parcialmente ocupados por los
que esperan que se culmine el nuevo edificio en el Polígon de
Llevant, que se prevé en 2004, lo que posibilitará el derribo de
los tres bloques residenciales.
El último sorteo de los destinos en la Caja de reclutas de Palma
se efectuó en 1994. En los años posteriores el sorteo se efectuaba
por medios informáticos, las listas se publicaban en Internet y se
exponían en el edificio de Delegación de Defensa, con lo que
paulatinamente se fue acabando con las dominicales jornadas de
aglomeraciones, nervios, sonrisas y llantos en la «costa del gas»,
y finalmente, la «mili» profesional puso punto final a ambos
sistemas.
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