Los turistas disfrutaron ayer de la playa, aunque sin tantas aglomeraciones como en días pasados. Foto: JOANA PÉREZ

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La tranquilidad en playas y terrazas mallorquinas fue la nota característica del primer día del nuevo mes. Coincidiendo, por un lado, con la entrada de septiembre y, por otro, con la climatología relativamente inestable de estos últimos días, las playas de Mallorca vivieron ayer una jornada de relativa tranquilidad, sin grandes aglomeraciones y sin tanto calor como el registrado durante los meses de julio y agosto.

El día amaneció más o menos despejado, pero las nubes fueron creciendo conforme avanzó la tarde. A pesar de ello, los turistas que todavía pasan sus vacaciones en la Isla o que siguen llegando a ella, acudieron ayer a playas y terrazas. Para muchos, las nubes negras que van y vienen y que dejan asomar el sol únicamente en breves espacios de tiempo no son impedimento alguno para pasar una jornada en la playa, algo de tanto valor para aquellos que viven alejados de zonas costeras y para los que un simple rayo de sol es suficiente para satisfacer sus ganas de los preciados sol y playa mallorquines.

Septiembre es un buen mes desde el punto de vista turístico. De hecho, ayer fueron muchos los turistas que disfrutaron de una relajada jornada paseando por los pantalanes de los puertos y de las múltiples terrazas a pie de playa. En cuanto vuelva a lucir el radiante y caluroso sol que tanto nos ha hecho sudar y, a algunos, sufrir, durante todo este verano, uno de los más calurosos de la historia, las playas mallorquinas volverán a mostrar de nuevo su imagen habitual.

María Salas