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MARIA NADAL/MARIA PUIGROS
Unos diez herreros y carpinteros de diversos pueblos se reunieron ayer por la mañana en la localidad de Sineu para recuperar la antigua tradición de poner llantas de hierro a las ruedas de carro. Así, a las ocho de la mañana se reunieron todos en una ferretería para empezar a poner en marcha todos los elementos que se necesitan para llevar a cabo este tradicional trabajo. Encender el fuego y poner a calentar el hierro de las llantas es el primer paso para después adaptar el metal a la rueda de madera con agua, para que el hierro candescente no queme la madera, y a golpes de martillo. Es un trabajo de combinación que mientras unos hombres dan con el martillo otros están preparados para tirar agua a la rueda y hacer que el hierro se adapte al diámetro circular.

Miquel Mateu, un joven herrero afirmó que «es la primera vez que se organiza un encuentro de este tipo, aunque espero que no sea la última». «Me gustan mucho las tradiciones y éste es un primer paso para intentar recuperarlas». Tal vez esa sea la razón de que el trabajo que se desarrolló ayer se hiciera de la manera más tradicional posible con la ayuda de Joan Riutort, un veterano carpintero de Sineu que ayudó a los jóvenes con sus sabios consejos.

Durante la mañana de ayer se arreglaron un total de ocho ruedas de carro. Mientras los profesionales trabajaban a golpe de martillo, varios curiosos miraban el trabajo llevado a cabo entre el fuego, el agua, la madera y el hierro.