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Ocho y cuarto de la mañana. Calle Ruiz De Alda. Más de 100 personas hacen cola ante la puerta de la Jefatura Superior de Policía de Palma con la intención de hacerse con uno de los 70 números que se reparten cada día para la solicitud del nuevo modelo de pasaporte. Se trata de un documento que ofrece mayores garantías (firma y fotografía digitalizada) y que está en consonancia con las nuevas políticas de seguridad de los Estados Unidos.

Hasta hace poco, iniciar los trámites para un pasaporte era un trámite sencillo. Había que esperar lo justo y rellenar los impresos pertinentes. No había más complicaciones. Ana María Moreno dice que hace unos días hizo el lógico - e inocente- pensamiento: «Me paso por la Policía y rápidamente me renuevo el pasaporte». Un trámite más. Sin embargo, al llegar a las dependencias se encontró un ajetreo sorprendente. Ya habían repartido los 70 números y le informaron que tendría que volver otro día. Lo que era relativamente fácil se había convertido en un problema más, con dos horas y media de cola aproximadamente.

La administración estadounidense aprobó -tras los traumáticos atentados del 11 de septiembre- una nueva normativa que obliga a quienes decidan viajar a este país a partir del 1 de octubre, a disponer de un pasaporte apto para la lectura electrónica, o en su defecto, a obtener visado de entrada en Madrid si se utiliza el antiguo modelo. Pero para tramitar la nueva tipología de pasaporte sólo hay una máquina en toda la Comunidad. Un aspecto técnico que ralentiza todo el proceso y provoca las largas esperas.