Con el paso de los años, más aún con la experiencia positiva del
Imserso, se ha comprobado que ahora sí que es factible un programa
de estas características a nivel comunitario, por lo que vamos a
trabajar en este proyecto seriamente por el impacto económico que
puede tener para Balears en los meses de temporada baja y media».
Asimismo, también en su día se planteó un problema en el propio
seno de la Comisión Europea, puesto que no había fondos para
subvencionar un programa vacacional de estas características,
situación que en estos momentos ha variado sustancialmente.
«Queremos recuperar esta iniciativa y aprovechar la presencia en
Bruselas del delegado del Govern, Manuel Jaén de Palacios. El
turismo social europeo va a crecer de forma considerable en los
próximos años y tenemos que estar posicionados, por lo que debemos
promoverlo a todos los niveles y en las más altas instancias
comunitarias, máxime cuando su ejecución servirá para romper la
estacionalidad en los países comunitarios de la cuenca mediterránea
y garantizará la creación de empleo».
El Govern considera que la experiencia de los viajes de la
tercera edad del Imserso son un aval que pueden garantizar la
plasmación de este proyecto a nivel comunitario por los efectos
sociales que tiene y el grado de satisfacción que obtiene de sus
beneficiarios y de los sectores productivos turísticos que
colaboran en el mismo, así como para el propio Estado porque
recupera practicamente la subvención que concede. Uno de los
factores que se va a esgrimir ante la Unión Europea es que un
programa de turismo de la tercera edad es una solución eficaz al
problema de la estacionalidad y que favorecerá a los jubilados de
todos los Estados miembros, mejorando las condiciones de empleo en
los países del Sur y contribuirá a reducir el déficit
presupuestario de los países receptores.
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