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El conseller de Medi Ambient, Jaume Font, anunció ayer que su departamento aprobará una orden para levantar la prohibición que impedía conceder nuevas autorizaciones y concesiones de agua subterránea. Esta orden, que ayer analizó el Consell de Govern, deja sin efecto la moratoria de pozos aprobada por el Ejecutivo dePacte de Progrés en noviembre de 2000, que denegaba prácticamente todas las solicitudes para extraer agua subterránea.

Medi Ambient quiere que las nuevas autorizaciones para aguas subterráneas sólo se otorguen, a partir de ahora, para caudales instantáneos máximos de medio litro por segundo y volúmenes anuales de 200.000 metros cúbicos por año para viviendas aisladas en suelo rústico que dispongan de cédula de habilitabilidad. De esta manera, según el conseller Jaume Font, se impide que las casas construidas en rústico deban recurrir al agua de algunos pozos que corren el riesgo de ser sobreexplotados. Precisamente, Font dejó claro que se exceptuaban las solicitudes de autorización de aquellas unidades hidrogeológicas más precarias. Asimismo, la nueva orden del Govern prohíbe toda nueva captación en la franja de un kilómetro de la línea de costa, excepto las captaciones con un contenido salino equivalente al del agua del mar a efectos de desalación u otros usos justificados.

Además, el Govern exigirá que se protejan las perforaciones que se hagan para captar aguas subterráneas para evitar las posibles contaminaciones, tal y como ha ocurrido con las filtraciones de la gasolinera en Santa Gertrudis, en Eivissa. Entre algunas medidas, Medi Ambient pide que se cimenten los pozos desde el suelo hasta el nivel freático. Font aprovechó la presentación de las nuevas medidas para criticar la falta de control de los pozos con ePacte de Progrés.

Este levantamiento de la prohibición no afectará a aquellas captaciones que supongan la reordenación de aprovechamientos existentes y las extracciones agrarias ligadas al Banco Agrícola del Agua.