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Las ejecutivas del PSIB, de la Federación Socialista de Mallorca y de Palma acordaron ayer aplazar cualquier debate sobre las personas hasta después de la conferencia política que se celebrará el día 4 de octubre. Por el contrario, la reunión de la ejecutiva dirigida por Francesc Antich consensuó anoche el documento que será debatido en una conferencia política que se celebrará cuando aumenten el número de dirigentes socialistas que piden la dimisión de Roig como portavoz del PSOE en el Ajuntament de Palma. El propio Roig, Antich y Armengol comparecerán hoy conjuntamente en la sede del partido para dar una imagen de unidad de cara a la reunión que mantendrá el secretario general del PSOE el jueves, en Madrid, con José Luis Rodríguez Zapatero.

La consigna ahora en el PSOE está muy clara: no «toca» hablar de cambios en la dirección socialista. Esta propuesta permitirá a Roig respirar tranquilo unos días tras pactar ayer un documento de mínimos con Antich para debatir en la conferencia del día 4. El propio Antich anunció, horas antes de la reunión de la ejecutiva, que no era el momento de debatir el relevo de Roig en el grupo socialista de Cort. «En partido tiene sus procesos, una manera de hacer las cosas, y voy a hacer todo lo posible para que se cumplan estos procesos», declaró Antich. En cualquier caso, el líder socialista reiteró ayer que respeta todas las opiniones que se hayan podido expresar en contra de la gestión de Roig. «El nuestro es un partido plural y respetamos las opiniones de todo el mundo», señaló el ex presidente del Govern, quien espera que la conferencia política del día 4 suponga «un debate de ideas» en las filas socialistas tras la derrota electoral del mes de mayo.

Antich también se refirió ayer a la propuesta de Esquerra Unida de presentar una candidatura conjunta en las próximas elecciones generales. El dirigente socialista subrayó que los comicios de marzo son diferentes a las autonómicas y municipales y fue muy claro al respecto: «el PSOE se presentará en solitario». De hecho, las elecciones generales se han convertido en una gran prueba de fuego para la dirección del PSIB.