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El Govern apenas podrá realizar inversiones propias «vía presupuestos», aunque se salvarán todos los proyectos de carreteras gracias al convenio con el Ministerio de Fomento. El Ejecutivo no tiene margen de maniobra para el próximo ejercicio económico y el conseller d'Economia, Lluis Ramis de Ayreflor, asume que de los 130 millones en inversiones que presupuestará el gabinete autonómico de cara al próximo año no habrá partidas nuevas. La situación financiera del Govern es la siguiente: todas las inversiones fueron comprometidas y negociadas por el Govern del Pacte y el gasto corriente y el coste del personal consumirán la mayor parte del presupuesto del próximo ejercicio, cuyo proyecto de ley comenzará a ser estudiado por el gabinete de Matas a partir del 10 de octubre. Los consellers ya saben que deberán ajustarse al máximo el cinturón, al menos, durante el año próximo.

A falta de que concluya la auditoría externa encargada por el Govern, la situación de las finanzas autónomicas no parece la mejor para afrontar el primer ejercicio completo del equipo de Matas. Los presupuestos apenas crecerán un 4 por ciento, Madrid impide que la deuda siga creciendo y las inversiones del próximo año están comprometidas. Tampoco hay disponibilidades económicas para reducir la deuda de la Comunitat, que ha superado cualquier previsión durante estos últimos años.

Durante las últimas semanas, el Govern ha tenido que recurrir a las pólizas de crédito contratadas por el anterior equipo de Economia para hacer frente a los gastos no previstos. En algunos casos, también se han tenido que hacer frente a partidas no presupuestadas, como es el caso del Institut Balear d'Afers Socials. El anterior Govern no presupuestó los 6 millones de presupuesto del último semestre de este año. En cualquier caso, la dotación económica que aportará el Ministerio de Fomento para construir las nuevas carreteras y autopistas pactadas por PP y UM salvarán el año político en cuanto a inversiones, pero no el Govern no puede saltarse el guión del actual sistema de financiación autonómica para reclamar más dinero a Madrid. Si llegan más inversiones lo harán a través de convenios, pero no por «vía de presupuestos». Algunas consellerías deberán pedir dinero a Madrid para sacar adelante sus proyectos.