El presidente de la Asociación de Promotores de Balears, Gabriel
Oliver, consideró ayer que el sector y las instituciones públicas
de la Islas deberían trabajar conjuntamente para facilitar el
acceso a la vivienda a los ciudadanos sin capacidad de compra por
los altos precios, aunque precisó que antes se tendrá que definir
el marco urbanístico balear, con el levantamiento de las normas
cautelares y la aprobación de los planes territoriales de las
Islas. En este sentido, el dirigente empresarial consideró que
sería «una equivocación histórica» no aprovechar la capacidad de
crecimiento prevista en las Directrices de Ordenación del
Territorio (DOT), «siempre que ésta se gestione adecuadamente».
Desde el punto de vista empresarial, el director general de la
Asociación de Constructores de Balears, Manuel Gómez, indicó que el
futuro del sector en las Islas «no tiene porque pasar
necesariamente por construir sólo en suelo nuevo». Consideró que
existen otras alternativas como la rehabilitación, la obra pública,
la recuperación del patrimonio arquitectónico o de zonas
degradadas. En todo caso, afirmó que «el mal está hecho» e indicó
que aunque las normas cautelares, sean levantadas antes de final de
año, «la reanudación de proyectos tardará aún varios meses».
Gómez dijo estar «expectante» ante la nueva política urbanística
del Govern y Consell de Mallorca. Afirmó que «tendrán que
plantearse cómo se reconvierte el sector, porque si no se producirá
un incremento de la economía sumergida y del intrusismo». «El
sector no puede soportar 12.000 empresas y 30.000 empleos
directos», afirmó. El recinto ferial del Polígono de Llevant acoge
desde hoy y hasta el próximo 5 de octubre la décimo primera edición
del Salón de la Construcción Hábitat 2003, que contará con la
presencia de 170 empresas, distribuidas en 111 expositores directos
que ocuparán la totalidad de los 2.600 metros cuadrados del
recinto.
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