Francina Armengol, Damià Cánoves y Francesc Antich escuchan la dura intervención de Roig. Foto: PERE BOTA

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«Si he estado a las maduras, he de estar también a las duras; lo que nos espera no parece que sea un camino de rosas. Por tanto, en estos momentos no abandonaré el barco», dijo. Tras meses de intenso debate político, con cruces de acusaciones en los medios de comunicación y maniobras internas de cargos del partido, los socialistas llegaron a la asamblea de ayer con una serie de acuerdos pactados, entre ellos los de no hablar de relevos en la dirección y dejar este asunto para un futuro congreso. No obstante, el potente grupo de Palma (una agrupación donde es mayoritario el sector menos identificado con el pacto con los nacionalistas) comprobó que disponía de una gran fuerza y Roig se quiso resarcir durante la parte de la conferencia abierta al público.

El polémico portavoz aprovechó para masacrar a sus oponentes e incluso ridiculizarlos mientras los dirigentes de Balears (Francesc Antich incluido) asistían impávidos a su mensaje. La lengua, según informaron diversas fuentes consultadas, se convirtió en el eje del debate de ayer. Es cierto que, finalmente, la dirección socialista de Palma tuvo que transigir e incluir en el documento una clara referencia a la Ley de Normalización Lingüística (como pretendían los críticos) y que no se ha propuesto cambiar formalmente las siglas del partido (PSOE en lugar del PSIB) pero también es cierto que el mensaje lanzado por los socialistas palmesanos es que el partido tiene que abrirse a más sectores, con especial incidencia a las clases medias urbanas, y que debe mantener un perfil claramente diferenciado del resto de grupos que conformaron el llamado Pacte de Progrés.

Los resultados de las votaciones a las enmiendas «sorpresa» sobre la lengua no arrojan lugar a dudas: de 290 pre-inscritos, acudieron 220. Los críticos (que se oponían a estos cambios) reunieron 15 votos. Los representantes de Izquierda Socialista también votaron a favor de las enmiendas lingüísticas pese a que, fuera de la reunión, criticaron a Roig. Francisco Gracía comentó que «alguien así no puede ser el candidato».