El escaño de Antich estaba ayer vacío. El ex president volvió a viajar a Madrid. Foto: SEBASTIA AMENGUAL

TW
0

El PSOE balear es un hervidero de noticias y rumores y puede ocurrir cualquier cosa. La más probable: que se suspenda a la dirección de Palma y se «liquide» la estructura actual si Antoni Roig no anuncia su marcha de la secretaría general. Todo esto trascendió ayer, sin que Antich haya hecho aún ninguna declaración oficial desde el pasado «debate de la Comunidad». El secretario general de los socialistas de Balears, Francesc Antich, viajó ayer otra vez a Madrid. Se fue a buscar el apoyo de la dirección federal del PSOE para forzar la salida de Roig y promover un cambio total en la dirección, aunque ello suponga suspender la Unión Socialista de Palma (USP) y nombrar una gestora que dirija el partido en Palma hasta el próximo congreso.

El mutismo de Antich no hizo más que acrecentar ayer la rumurología. Cargos en activo, «barones» del partido, antiguos militantes apartados ahora de la política activa y militantes de base propagaron todo tipo de informaciones e interpretaciones en espera de una comparecencia (que no se concretó) de Antich. El ex president del Govern, que el día anterior ya había viajado a Madrid -en teoría para descartarse ante Zapatero como cabeza de lista a las generales- tomó ayer el primer avión de la mañana (acompañado del secretario de Organización, Damià Cánoves) y se reunió, bien con Zapatero, bien con su número dos José Blanco (ni eso trascendió oficialmente) para hacerle un análisis detallado de la situación e informarle de que tenía el apoyo de la dirección insular para hacer uso del reglamento y tomar «medidas drásticas».

Este apoyo lo habría obtenido en la reunión que mantuvo, el lunes, con Francina Armengol (Mallorca), Pedro Campillo (Eivissa) y Albert Moragues (Menorca). Antoni Roig, secretario general de la Unión Socialista de Palma (USP) no asistió a esta reunión. Roig no quiso hacer ayer comentarios pese a que algunas de las informaciones llegadas ayer a Ultima Hora aludían a la intención de Antich de reunirse con él para ofrecerle una «salida digna». Concretamente, ofrecerle un puesto en la lista, previsiblemente ser candidato al Senado. Esta hipótesis (la del Senado) se barajó ya hace semanas y Roig la rechazó.