TW
0

El secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Rafael Gil-Casares, destacó ayer que, dentro del proceso irregular que ha vivido Bolivia, con la dimisión del presidente del país, la salida ha sido «institucional» ya que el relevo ha sido asumido por el ex vicepresidente de Bolivia, Carlos Mesa.

Gil-Casares, uno de los asistentes al Foro Formentor, confió en el que nuevo Gobierno pueda arreglar de forma definitiva la situación cuanto antes. «No sé el tiempo que se tardará, pero hay voluntad de todos los bolivianos y de sus gobernantes de sacar adelante un país con grandes posibilidades y riquezas», aseguró.

En coincidencia con lo dicho un antes por la ministra Ana Palacio, el secretario de Estado consideró que es prematuro buscar una ubicación alternativa para la Cumbre Iberoamericana que debe celebrarse en Bolivia el próximo mes. Reiteró que el deseo de España es que esta Cumbre se celebre y que se haga en Bolivia y señaló que, en un mes, puede tranquilizarse la situación lo suficiente para poder celebrar este encuentro, aunque no todos los problemas del país estén resueltos.

Destacó que el Gobierno boliviano lleva un año trabajando en la preparación de la Cumbre, con la ayuda de otros países, incluido España, por lo que no deben presentarse problemas organizativos que impidan su desarrollo, si la situación se normaliza. El secretario de Estado aseguró que el Ministerio no tiene constancia de que los altercados en el país americano hayan afectado de forma particular a empresas o ciudadanos españoles.