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El PSM se encuentra «en una nueva situación», tal y como confirmó el propio secretario general, Mateu Morro, en el transcurso del Consell de Direcció Política que celebró el partido ayer en Vilafranca. El documento «Per una nova empenta nacionalista» presentado por la comisión ejecutiva fue aprobado por la gran mayoría (sólo hubo una abstención y un voto en contra, procedente de la agrupación de Palma), si bien destacan la aceptación de un par de enmiendas.

Por su parte, Morro destacó el nivel de participación de los militantes y el nuevo carácter activo del partido. Los nacionalistas rechazan «la política regresiva en relación al catalán y el uso de la lengua que el PP está llevando a cabo». También lanzaron duras acusaciones a los conservadores por su política territorial y social. Precisamente sobre uno de los proyectos que más polémica está generando, el de la autovía Inca-Manacor, Morro reiteró la oposición frontal que presenta el PSM a la vez que anunció que reprueban la actuación del delegado de Gobierno y de la alcaldesa de Costitx, «por criminalizar a los asistentes al pleno, que nunca tuvieron actitudes violentas. Exigiremos la retirada del expediente de sanción a 14 asistentes».

Una de ellas, defendida por Pere Sampol, proponía «iniciar una rueda de contactos con los partidos hermanos de la federación y, posteriormente con todos los partidos de las Islas, a excepción del PP y UM (hasta que no rompa los acuerdos con el PP en el Consell y en el Parlament), con el objetivo de explorar las posibilidades de una amplia candidatura progresista y nacionalista de cara a las próximas elecciones al Congreso y al Senado. Del resultado, la comisión ejecutiva presentará, en el plazo de un mes, una propuesta de acuerdo».