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La declaración de servicio público en los vuelos interinsulares, a falta del visto bueno del Consejo de Ministros, solventa una demanda latente desde hace años, pero deja entrever toda una serie de interrogantes ante la actitud de las compañías aéreas que van a realizar este tipo de vuelos. Entienden que el nuevo sistema tarifario incide directamente en su cuenta de resultados, de ahí que no apuesten por la comercialización de tarifas promocionales, las populares «mini», y únicamente hagan los descuentos fijados por ley para enfermos, personas mayores, menores y deportistas.

Es cierto que la reducción de tarifas que la compañía Air Nostrum ya está aplicando -anticipándose a la fecha oficial- beneficia a los ciudadanos; ahora bien, lo que no se entiende es que Air Nostrum manifieste que no piensa establecer tarifas promocionales en Balears cuando las compañías que operan en Canarias, donde ya rige el servicio público, sí las ofrecen.

Estamos ante una clara disparidad de criterios entre la empresa asociada a Iberia y la Administración autonómica. En sus últimas declaraciones a este diario, la consellera Cabrer insistía en que, al superarse determinada ocupación de los aviones, una parte de los billetes deberán ofertarse a precios más reducidos.

Si el Govern se mantiene en esta postura e incluye esta exigencia en la normativa que aprobará el Gobierno central, las compañís aéreas que pretendan cubrir los vuelos interinsulares se verán obligadas a acatarla. Sería lamentable que el espíritu de libre mercado que subyace en la declaración de servicio público, que posibilita que varias compañías aéreas puedan operar en régimen de libre competencia, se viera alterado de forma unilateral, propiciando con ello la solución que nadie quiere: el concurso público. Esta opción adjudicaría a una sola compañía el tráfico interinsular en régimen de monopolio. El Ejecutivo autonómico confía en que esto no se lleve a término, pero ya deja entrever que hay intereses manifiestos por parte de algunas compañías aéreas para que se haga. Muchos interrogantes por resolver.