El pleno celebrado ayer en el Ajuntament de Palma puede que pase a
la historia de esta ciudad, pero más que por los asuntos tratados,
que también, lo haría por su increíble duración, exactamente diez
horas y cuarenta y cinco minutos, sin ningún receso. En primer
lugar, a las 09.15 horas tomó posesión como nueva concejala de Cort
la socialista Cristina Ferrer, en sustitución de Pablo Rivero. A
continuación se procedió a votar las nuevas tarifas de la Empresa
Funerària Municipal, de la EMT y de Emaya, que contaron con el voto
negativo de toda la oposición, que se mostró extremadamente crítica
con las subidas del precio del agua -del 2,8 por ciento- y de la
recogida de basuras -del 9 por ciento-.
Posteriormente se inició el pleno ordinario, en el marco del
cual se debatieron los presupuestos de 2004, con la intervención de
cada concejal del equipo de gobierno. De nuevo la oposición, PSOE,
PSM y EU-EV, votó en contra, coincidiendo en su consideración de
que se han descuidado las áreas sociales y se han subido en exceso
las tasas. El teniente de alcalde de Hisenda, Pedro Àlvarez,
recordó que los impuestos directos habían bajado. Casi al final del
pleno, que acabó a las 20.00 horas, surgió la polémica entre el
equipo de gobierno y la oposición.
EU-EV y el PSM-EN habían presentado una propuesta conjunta
pidiendo el cese de la gerente del Institut Municipal d'Informàtica
(IMI), Monserrat Oliveras, quien, según la oposición, habría
mantenido en secreto los resultados de un informe en el que se
ponía en duda el habitual sistema de contratación llevado a cabo en
el IMI. Àlvarez, presidente del IMI, defendió la labor de Oliveras
y añadió que el secretario del Ajuntament, Agustí Estela, ya tenía
en su poder dicho informe para poder estudiarlo.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.