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Los maléficos demonios de Alaró encendieron el Dimecres Bo con un espectacular correfoc que concentró a centenares de personas por las principales calles de la ciudad de Inca. Los que más disfrutaron con esta fiesta fueron los jóvenes que desafiaron a los demonios y bailaron y jugaron con ellos siguiendo el ritmo de los tambores.

Los demonios bajaron desde la plaza del Ajuntament hasta la calle Bisbe Llompart, donde anteriormente se celebró un concierto de rock. Allí los vistantes, que se acercaron hasta Inca para cenar o tomar una copa con los amigos, intentaron situarse lo mejor posible para contemplar cómo los dimonis encendían las antorchas pirotécnicas con las cuales repartían el fuego mágico a los presentes.

El buen tiempo acompañó la fiesta deDimecres bo, cosa que animó a los miles de visitantes llegados de toda la Isla a continuar la marcha nocturna en los bares y pubs. Así, después decorrefoc la gente llegó hasta la calle del Born, donde se concentran los principales bares de copas que para la ocasión montaron grandes carpas. Seguramente los bares y restaurantes de la ciudad fueron los negocios que más beneficios obtuvieron de la noche inquera más larga del año. Ayer los más noctámbulos explicaron que en la calle des Born el ambiente festivo se alargó hasta más tarde de las seis de la mañana.

C.M/L.P.