Esta edición resultó un éxito de participación. Foto: JAUME MOREY

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Inca tenía ganas. Bastó que amaneciera un día espléndido para que la ciudad viviese un Dijous Bo excepcional, donde se batieron récords de asistencia de público y de número de expositores en la feria. En esta edición, el Ajuntament d'Inca, después de haber recibido más de 2.000 solicitudes, había dado muchos permisos para ubicarse en la feria y prácticamente todas las calles del centro estaban llenas de expositores.

En las calles se comentaba que nunca se había visto tanta gente y tantos expositores, aunque también los hubo que consideraron que con tantos vendedores en las calles se diluye en parte la feria ganadera, comercial e industrial por excelencia en Mallorca. De hecho, el alcalde Pere Rotger comentó por la mañana que para las próximas ediciones el Ayuntamiento se tendrá que plantear si la feria puede seguir creciendo a este ritmo. Fuentes del Ajuntament comentaron que la Policía Local había calculado que el número de visitantes durante toda la jornada podía alcanzar los 200.000, teniendo en cuenta que el día laborable hace que las visitas se repartan mucho durante el día.

Ya a primera hora de la mañana las calles hervían de gente, y frente al Ayuntamiento se concentraron las autoridades para después hacer el tradicional recorrido por la feria. Representando al Govern asistieron la vicepresidenta Rosa Estaràs, la consellera d'Agricultura, Margalida Moner, el conseller d'Interior, José María Rodríguez, y el conseller de Comerç, Indústria i Energia, Josep Joan Cardona. El vicepresidente segundo del Parlament, Valentí Valenciano, asistió en representación de la Cámara, ya que su presidente, Pere Rotger, ejercía ayer de alcalde anfitrión. A la comitiva se unieron algunos alcaldes de la Isla pero no hubo representación del Consell de Mallorca.