El lunes se presentarán más de 22.000 alegaciones en contra de las nuevas autopistas y autovías.

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El conseller reconoció que su departamento está dispuesto a aceptar aquellas alegaciones que estén «suficientemente razonadas». En cualquier caso, Pascual quiso dejar claro que lo que el Consell aprobará en diciembre es simplemente la zona de reserva en la que después se construirá la autovía. En esta zona de reserva, que es una franja de recomendación, se pueden introducir modificaciones que desvíen el trazado un 30 por ciento.

Pascual señaló que la afectación real de la autovía no se conocerá hasta que no se redacte el proyecto definitivo por parte de la Conselleria d'Obres Públiques. Señaló que el trazado definitivo, que delimitará exactamente la zona por la que pasará este nuevo proyecto, deberá someterse de nuevo a exposición pública, por lo que los afectados podrán presentar de nuevo alegaciones. «En estos momentos lo único que aprobamos es la modificación del plan de carreteras, y no los proyectos concretos, que después deberá redactar el Govern», señaló el responsable d'Obres Públiques de la institución insular.

A las miles de alegaciones entregadas el lunes por la plataforma antiautovía y en contra del segundo cinturón se ha sumado otra presentada por EU-EV, que pide la retirada de la modificación del plan. Las portavoces de esta formación política, Marilena Tugores y Margalida Rosselló, aseguraron ayer que la propuesta de PP y UM no es una simple modificación del actual plan de carreteras, sino que supone la redacción de un nuevo plan.