El depósito de seguridad de la planta incineradora de basuras de
Son Reus ya contiene las primeras cenizas desde que el pasado día 5
entrara en servicio, con una operatividad estimada de 25 años, con
vertidos estimados de 15.000 metros cúbicos al año. Este depósito
de seguridad ha sido excavado en terrenos próximo a la planta
incineradora y colindantes con la planta de tratamiento de
escorias, junto a la central eléctrica de Gesa y ocupará una
superficie total en planta de 51.500 metros cuadrados, y un volumen
de 390.481 metros cúbicos, cuando esté totalmente construido según
el plan previsto en cuatro fases. La capacidad teórica total supone
un volumen teórico de 420.521 metros cúbicos al año.
La primera de estas fases, la que ha entrado en servicio, ocupa
una superficie de 14.014 metros cuadrados, por un volumen de
excavación de 28.511 metros cúbicos. Antes de empezar a verter las
cenizas, el terreno excavado que constituyen los depósitos ha
recibido tres capas de impermeabilización. Sobre el terreno hay una
capa de arcilla de 70 centímetros, sobre la que se ha colocado una
geomembrana como segunda capa impermeable. Sobre esta, un
geotextil, grava y otra capa geotextil y otra geomembrana. Arena,
áridos y otra capa geotextil forman el llamado dren de trabajo
sobre el que se depositan las cenizas. Entre las diferentes capas
de impermeabilización se han instalado los drenajes
correspondientes por los que transcurre el agua de lluvia que va a
parar a las balsas receptoras. A su vez, el agua es reutilizada
para el sistema de incineración.
Antes de depositarlas, las cenizas resultantes de la
incineración de basuras se contienen en tolvas. Luego se vierten
los depósitos mezcladores en los camiones de transporte con la
cantidad proporcionada de cemento. Los camiones transportan la masa
resultante, que se vierte en el depósito de seguridad mencionado,
dividido en parcelas, en donde se produce la compactación.
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