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Otras seis granjas de Menorca han resultado afectadas por el brote de «lengua azul», con lo que ya son trece las instalaciones afectadas por esta enfermedad del ganado vacuno y ovino, informó ayer la consellera de Agricultura Margalida Moner en los pasillos del Parlament. La consellera precisó que de los 586 ovinos que se encuentran en estas granjas afectadas sólo alrededor de una treintena de animales están afectados por la fiebre catarral ovina. La consellera añadió que todas las granjas están localizadas en Sant Lluís, Maó y Alaior, en un radio de 20 kilómetros del primer foco registrado.

Mientras, se ha efectuado un muestreo en 384 explotaciones de Mallorca, en concreto a 1.888 ovinos y 147 vacas, sin que se registraran casos positivos de la enfermedad. Respecto a Menorca, la consellera dijo que el sacrificio de los animales afectados sólo se realizará si los técnicos lo consideran necesario. Así mismo, anunció que las vacunas solicitadas al Ministerio, por si se adoptara la decisión de proceder a una vacunación masiva, tal y como se recomendó desde Madrid, podrían llegar en los próximos días a Baleares.

Moner también informó de que se está estudiando adelantar a siete meses (en estos momentos son nueve) la edad de sacrificio de los animales con el fin de agilizar las subvenciones. La consellera señaló que se creará un cebadero de terneros en Menorca para que se pueda proceder a su engorde en la Isla. El Govern admitió oficialmente el pasado viernes la existencia de la «epidemia» y aprobó una serie de actuaciones urgentes, para controlar la situación. Por el momento, los brotes se registran solamente en Menorca, no así en Mallorca. La consellera tiene previsto mantener hoy una reunión con los responsables del Consell Insular de Menorca con el fin de evaluar y analizar las posibles compensaciones económicas.