Un siglo de buena educación

Durante cien años, el colegio Santa Teresa, Hermanas Dominicas de la Presentación, en el Pont d'Inca, ha destacado por ser uno de los centros de enseñanza con más prestigio. Las aulas y comedores han visto crecer a numerosos miembros de la alta sociedad mallorquina. Generaciones de alumnos han seguido los pasos escolares de sus antepasados. Durante este año y el próximo 2004, la dirección del colegio Santa Teresa celebra con diversas actividades y actos su centenario. Se fundó en 1.874 por don Bartomeu Ordinas i Bauzà, como centro de primera y segunda enseñanza para niños, bajo la advocación de Santa Teresa. A partir del curso 1888-89 ocupa el edificio que es su sede en la actualidad. Hoy el colegio Santa Teresa tiene 750 alumnos, de los que, en septiembre de 1903, tan sólo 20 son niñas. Mercè Marie Visitation fue la primera superiora encargada de la fundación. La primera alumna fue Margarita Riera, quien curiosamente también fue la primera religiosa mallorquina. En sus inicios las alumnas eran internas y tan sólo salían del colegio los días festivos de Navidad y en verano. Lo que antes eran los dormitorios hoy en día son modernas aulas o biblioteca. Donde estaban los baños comunes en la actualidad lo ocupan los ordenadores y el aula de informática. Sor Àngela Anta es la directora y superiora de la comunidad. Pese al tiempo, lo que no ha cambiado es la disciplina en una enseñanza ejemplar y dos ejes esenciales que se trabajan a conciencia como: «el colegio es una familia» y «la educación en valores». Aunque entre las hermanas ahora muchas visten de seglar, se conserva el hábito blanco dominico y es que esta congregación de Hermanas Dominicas de la Presentación está repartida en 34 países de todo el mundo. Continuando con la historia del colegio, en la Guerra Civil se cerró el parvulario para niños. En 1968, las antiguas alumnas inician un trabajo social en la barriada Virgen de Lluc que cristaliza en 1968 con la construcción y puesta en marcha de una guardería y un parvulario.