«Rosa y yo éramos estudiantes responsables, modélicas, entregadas a los libros, siempre con muy buenas notas». Foto: TOMAS MONSERRAT

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Durante la mañana de ayer, las hermanas Estarás concidieron en un acto oficial. Sucedió en la sede de la Presidencia del Govern balear. Rosa, vicepresidenta del Govern, disertaba, y Francisca, jefa de Alta Inspección Educativa de Balears (cargo dependiente del MEC), y licenciada en Filología Clásica, escuchaba atentamente, como embelesada.

-Por lo que tenemos entendido -le decimos a Francisca- usted es profesora de Latín y de Griego, y además feliz viendo que estas lenguas han vuelto a los institutos. ¿Me equivoco?
-En absoluto. Y la verdad es que ésa es una buena noticia.

-Es cierto que en casa hablan castellano, por su marido, que es castellano parlante, y catalán, por sus hijas, que además hablan castellano?
-Sí. Él es castellanoparlante y además profesor de Lengua y Literatura castellana. Con él hablo en castellano y con las niñas en catalán y castellano.

-Y ya puestos, ¿no les habla en latín?
-A eso no hemos llegado todavía.

-¿Rosa y usted se llevaron siempre bien, de pequeñas?
-Entre ambas hay un año de diferencia. Yo soy la mayor. Y siempre nos hemos llevado muy bien. Siempre hemos estudiado mucho. En muchos aspectos, nuestra trayectoria ha sido muy paralela, y siempre nos hemos apoyado, lo cual se ha traducido en una relación excelente.

-¿Cuándo descubrió el Latín?
-En segundo de BUP. Y en tercero comencé con el griego. Como vi que tenía facilidad en aprenderlos, decidí estudiar Filología.

-¿Cuando eran jovencitas, alguna vez hicieron novillos para asistir al concierto de sus cantantes preferidos?
-La verdad es que Rosa y yo éramos de esas estudiantes responsables, modélicas, entregadas a los libros, con muy buenas notas. Alguien dirá que suena a repelente. Pues no; era así.

-¿Dónde estudiaron?
-En el Juan Alcover hicimos Bachillerato y COU, y en Barcelona la carrera.

-¿Eran tiempos en que los alumnos, y padres de alumnos, comenzaban a agredir a los profesores... o todavía no?
-Todavía no.

-¿Qué opina de que de no cambiar las cosas, pronto los profesores tendrán que ir a sus centros con casco y coraza para defender su integridad?
-Cuando yo estudiaba, de lo cual no ha transcurrido excesivo tiempo, había un gran respeto hacia el profesor que ahora se ha perdido totalmente. No está mal que haya una relación de más cercanía entre profesores y alumnos, pero sin pasarse.

-Supongamos que a Matas le hacen ministro. ¿Será Rosa la presidenta del Govern?
-Yo no lo sé. Eso no son más que simples conjeturas de la gente. Lo que está claro es que Matas es el presidente y ella la vicepresidenta.

-No se enfade con la pregunta que le voy a hacer, pero se dice que se enfada cada vez que la señalan como «la hermana de Rosa Estarás».
-Pues mire, siempre he sido «la hermana de Rosa Estarás». Pero resulta que yo tengo mi carrera y Rosa tienen la suya. ¿Y qué pasa... que por el hecho de ser su hermana no tengo derecho a nada? Soy profesora de latín desde hace 16 años y hasta ahora a nadie le ha importado que sea la hermana de Rosa.

-Observamos que en el acto de hoy -ayer, para el lector- escuchaba usted muy atentamente a su hermana.
-Cada vez que habla Rosa me emociono. Creo que lo hace muy bien, la verdad.

Pedro Prieto