Los representantes de las asociaciones de promotores y
constructores de Balears pidieron ayer al conseller de Territori
del Consell de Mallorca, Bartomeu Vicens, que amplíe el crecimiento
urbanístico que permite el Plan Territorial, ya que los límites
fijados por la institución sólo cubren el 10 por ciento de la nueva
demanda.
El presidente de los promotores, Gabriel Oliver, aseguró que las
397 hectáreas de crecimiento que marca el Plan sólo permitirán
construir 700 viviendas al año. El resto -hasta las 7.000 que se
hacen de media al año- deberá construirse en suelos que ya tienen
la consideración de urbanos y que, al tener un precio mucho más
elevado, encarecen notablemente la vivienda. En estos momentos del
coste total de una vivienda -unos 150.000 euros- el suelo
representa unos 45.000 euros, según Oliver. Con este panorama, el
presidente de los promotores descartó la posibilidad de encontrar
vivienda por menos de 150.000 ó 180.000 euros.
Tanto el presidente de los constructores, Pedro Ferrà, como el
de los promotores, Gabriel Oliver, consideraron que el
levantamiento de las moratorias, que se hará en el pleno del 1 de
diciembre, tendrá efectos positivos, ya que estas normas cautelares
han recortado un 50 por ciento la actividad del sector. Ferrà
reconoció que la construcción mantiene 60.000 puestos de trabajo,
pero también precisó que las moratorias han hecho que unos 3.000
trabajadores de empresas nacionales hayan dejado las Islas. Para
que la reconversión del sector no tenga más efectos negativos y se
pierdan puestos de trabajo, Ferrà pidió a las administraciones que
liciten mucha obra pública.
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