Las instituciones ya han promovido el derribo de hoteles en la primera línea de costa.

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Las operaciones de reconversión y demolición de hoteles se realizarán en las áreas de reconversión territorial, como la que se ha delimitado en la Platja de Palma, en el hotel Don Pedro y la zona de Cala Carbó, de Pollença, o el hotel Rocamar, de Sóller. Las aprovechamientos urbanísticos de estas zonas se ubicarán en nuevos suelos clasificados de Sa Rápita, en la segunda línea del Arenal o en terrenos del municipio de Llucmajor cercanos a Cala Pí. En estas zonas se ubicarán los nuevos aprovechamientos de uso turístico que marca el Plan Territorial. En Palma, una de las áreas de reconversión se sitúa en Es Secar de la Real, donde existen un terreno de 29,84 hectáreas que el Connsell considera aptos para el desarrollo urbano. A esta zona se trasladará el aprovechamiento que resulte de esponjar dos áreas del municipio de Alcúdia, uno de ellos para destinarlo a espacio público.

De las 260 hectáreas de reconversión territorial que delimita el Plan, tan sólo se destinarán a este uso 130, ya que el resto del suelo será para suelo de equipamientos o de sistemas generales. El documento definitivo del Plan Territorial será estudiado esta mañana por la Comisión de Seguimiento del Plan, con presencia de todos los partidos de la oposición. Los responsables de la institución quieren aprobar el texto definitivo en la comisión informativa del viernes con el fin de que el pleno del Consell de el visto bueno al documento en el pleno del 1 de diciembre. En este mismo pleno se levantarán las moratorias que están en vigor en Mallorca desde el año 2001. Como ya adelantó Ultima Hora, el Plan Territorial no estará en vigor hasta el 1 de enero, por lo que Consell y Govern buscan un mecanismo para evitar que el levantamiento de las moratorias provoque un coladero de licencias en este mes que de plazo que hay desde la aprobación inicial del Plan hasta su entrada en vigor.

Los partidos de la oposición, que hoy darán oficialmente su opinión en la Comisión de Seguimiento, ya han comenzado a mostrar públicamente su desacuerdo con el contenido del Plan. El PSM denunció ayer que el documento se ha convertido en un instrumento que profundiza la línea desarrollista «y manifiestamente insostenible heredada de los sucesivos gobiernos del PP-UM». El PSM considera que el crecimiento que permite el Plan es exagerado ya que sitúa la capacidad de habitación de Mallorca en 2 millones de habitantes y cree que las desclasificaciones previstas son positivas, pero insuficientes. El PSM aprovechó para denunciar las «carencias democráticas» en la tramitación del plan por el poco tiempo de que han dispuesto para analizarlo.