-Empezamos bien. ¿Quiénes aciertan más, ustedes los
físicos o los payeses?
-Los payeses pueden saber el tiempo que hará mañana, pero no el de
dentro de una semana.
-¿Le gusta que hable de «acertar»?
-A muchos les molestaría, pero a mí no.
-Bien, vamos mejorando. ¿Vive muy
presionado?
-No, para nada. Es un tópico que los pronosticadores del tiempo
fallemos mucho, es todo lo contrario, casi nunca lo hacemos, y lo
que decimos que va a pasar, pasa. La gente nos cree a pies
juntillas, si falláramos, no nos harían caso.
-Con lo que estudian ustedes los físicos, para que
después venga un payés y diga el tiempo que hará
mañana.
-Es que para pronosticar el tiempo no es necesario estudiar tanto.
Todo se basa en la observación. Basta mirar el cielo. O en nuestro
caso los mapas.
-Entonces, un gran hombre del tiempo es el que lleva
mucho tiempo.
<-La experiencia es básica y la práctica no se enseña, se
aprende.
-¿Qué debe tener un buen hombre del
tiempo?
-Buena memoria, querer tener un óptimo conocimiento del territorio
y buena autoestima.
-¿Para rehacerse ante las adversidades?
-Eso es. Mire, un buen portero es ése al que le meten un gol, pero
lo asume, se rehace y ya no le vuelven a meter otro. Hay que asumir
el gol.
-¿Usted adivina el futuro?
-En cierta manera sí. Hablamos de él, lo pronosticamos y acertamos
en un porcentaje altísimo. Nosotros hablamos de lo que todavía no
ha pasado.
-¿Existe el acierto 100 %?
-No.
-Ya se pronostica el tiempo de varios días en adelante.
¿Hasta dónde se va a llegar?
-En tres años podremos decir el tiempo que hará de aquí a tres
meses. Se podrá hacer un pronóstico estacional del tiempo. Y eso
supondrá un problema.
-¿Por qué?
-Porque habrá un movimiento de masas brutal, la gente podrá saber
el tiempo que hará en verano, por ejemplo, y en función de ello
planificará sus vacaciones. Socialmente será una gran mejora, pero
turísticamente...
-¿Qué grado de fiabilidad tienen sus
pronósticos?
-De un día para otro es casi del 100 %. Pronosticar el tiempo a
seis días vista tiene una fiabilidad del 60-70%.
-¿Qué tienen los «tres mosqueteros» de TV3 que no tengan
los demás?
-¿Cómorr?
-Tomàs Molina, Rodríguez Picó y Francesc Mauri tienen
hasta fans.
-Es que nosotros no nos limitamos a dar el parte como otros. En
nuestro libro de estilo está la objetividad por encima de todo,
pero también la sensibilidad. No nos limitamos a decir que llueve,
explicamos por qué. En TV3 no nos olvidamos de que la televisión
está hecha para entretener.
-¿Por qué se mueve tanto alrededor del
mapa?
-Para que todos nos vean, la gente con esto es muy sensible y si
tapamos a alguien nos envían cartas.
-¿En el plató hace mucho frío? Lo digo porque siempre va
usted muy abrigado.
-La verdad es que sí.
-Usted dijo: «Los físicos vemos por encima a los
mortales de las letras, químicos, ingenieros y a todos los que se
esfuerzan por comprender el mundo». No está mal.
-(Ríe). Es que no entiendo cómo existen otras ciencias más que la
Meteorología. (Sigue riendo). Si no llueve, no comemos. Todo gira
en torno a la lluvia. ¿Qué pasará el día que deje de llover? El
Imperio Romano cayó porque hacía frío, las penurias de la Edad
Media vinieron por el frío...
-¿Qué hay que hacer ante el cambio
climático?
-Como ya no se puede evitar, hay que mitigar en lo posible sus
efectos. Por ejemplo, en Mallorca lloverá menos, pero cuando lo
haga lo hará muy fuerte. Habrá más temporales. Entonces hay que
prevenirlo y buscar una fórmula para aprovechar ese agua
torrencial. Es cuestión de adaptarse y estar preparados.
-¿Es culpa nuestra?
-Somos 8 mil millones de habitantes que llegamos a producir el 60%
de la energía que produce el sol. A su vez, contaminamos tanto que
absorbemos esa energía. Cada vez queremos más energía, por tanto
cada vez contaminamos más. Sí, es culpa nuestra.
David J. Nadal
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