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Vicenç Ferrer, presidente y fundador de la fundación que lleva su nombre, explicó ayer en Palma que «la inmortalidad es nuestra» al comentar su libro «El encuentro con la realidad». Una obra que es un resumen de su pensamiento y de su particular viaje en la búsqueda de «respuestas razonables» a las grandes cuestiones que las personas se plantean a lo largo de su vida, desde la existencia de Dios a la inmortalidad. Ferrer dijo ayer que «cada uno debe asumir su deber en el mundo» y lamentó que las personas tengan «poco sentido común» y que «la gran debilidad del hombre es su incredulidad». Ferrer, quien enfatizó los detalles cotidianos, afirmó que en su libro destaca que «el don de la vida es para siempre», de modo que «nadie se escapará de la vida» dijo y apostilló que «los rayos de luz son más grandes que la oscuridad que encontramos habitualmente en el mundo».

«Dios ha creado todo el universo para nosotros, para el hombre» enfatizó Ferrer y añadió que, en su obra, ha dividido el universo en cuatro partes «en cuatro puntos existenciales del universo: El hombre, la humanidad, Dios y el mundo tal y como es». Vicenç Ferrer y su mujer Anne vivieron ayer una jornada intensa, por la mañana fueron recibidos en audiencia por el president del Govern Jaume Matas y por la tarde, después de un encuentro con los medios de comunicación, acudieron a la inauguración de la nueva tienda solidaria que ha sido trasladada de la calle Menorca al número 61 de la Avenida Argentina.

La Fundación Vicenç Ferrer en una ONG comprometida con el proceso de transformación de una de las zonas más pobres y necesitadas de la India, Anantapur, y de una de las comunidades más pobres y excluidas, los dálits y los grupos tribales. La fundación cuenta con el apoyo de más de 100.000 colaboradores en el Estado y muchos seguidores en las Islas.