Cabrer se defendió de los ataques por la declaración de servicio público. Foto: SEBASTIÀ AMENGUAL

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El Parlament debía aprobar ayer una declaración institucional a favor de la Constitución pero el PSM rechazó en el último momento apoyar el texto presentado por el PP al entender que, durante los últimos meses, la Carta Magna «se ha convertido en un instrumento de agresión de los unos contra los otros». La Junta de Portavoces del Parlament fue convocada antes del pleno tras el anuncio del PSM de no apoyar el texto que debía leerse al concluir la sesión plenaria que se celebró ayer en la Cámara balear. El documento que pretendía consensuarse asumía la declaración conjunta redactada y firmada por los redactores de la Constitución, la denominada «Declaración de Gredos». Sin embargo, la decisión del PSM de no respaldar la declaración obligó al presidente del Parlament, Pere Rotger, a no incluir el documento en el orden del día de la sesión plenaria.

Durante la reunión de la Junta de Portavoces, el representante del PP, Joan Huguet, recordó que el documento que se proponía había sido aprobado por todos los padres de la Constitución. En concreto, la declaración institucional que debía aprobarse recordaba que el mérito de la ponencia que redactó la Carta Magna fue «interpretar los anhelos de paz y libertad» y añadía que la Constitución había constituido «una garantía imprescindible para el futuro». En el texto que finalmente no fue consensuado por los grupos parlamentarios de Balears también se subrayaba que el Rey Juan Carlos había sido «un estímulo y un motor del cambio» y «un garante legal del funcionamiento regular de las instituciones en la democracia consolidada». En el tercer punto del texto se decía que la Constitución había mantenido «el espíritu de la reconciliación nacional, el afán por cancelar las tragedias históricas de nuestro dramático pasado, la voluntad de concordia, y la búsqueda de espacios de encuentro capitaneados por la tolerancia que constituyen la conciencia moral profunda de nuestro texto Constitucional».

El documento redactado por los padres de la Constitución y, que no fue apoyado por todos los grupos parlamentarios de Balears, también destacaba que la Carta Magna ha permitido «el desarrollo de alternativas de gobierno de muy diferentes signo ideológico» y agregaba que el texto ha tenido «la virtualidad de amparar e impulsar el fortalecimiento de los derechos individuales y las libertades civiles». En otro de los puntos de la declaración frustrada se destacaba que la Constitución «ha permitido conformar el orden jurídico constitucional a la realidad plural de España» y advertía que las reformas del texto constitucional que puedan introducirs en el futuro «se adecúen a las reglas del juego que la misma Constitución establece».