Posiblemente la figura de «Papá Noel» y el espíritu de la Navidad
no serían lo mismo sin la inocencia de los niños y las luces
navideñas. Precisamente es esto último lo que da el inicio a las
fiestas de Navidad. La iluminación navideña de calles, escaparates,
hoteles, empresas, etc., llena de alegría o de nostalgia a muchas
personas cuando llega el final del año. Una fiesta que comenzó en
Palma el pasado 28 de noviembre, con el encendido oficial de la
iluminación navideña en las calles y barrios de la capital. Este
año no existe otra destacada novedad que la incorporación de
material de bajo consumo con el cual se ha llegado a ahorrar un 40%
con respeto a otros años.
En las 100 calles de Palma existen 150.000 puntos de luz o
bombillas. Aunque ha sido, 2003, un año de transición; para los
próximos cuatro años hay una intensa labor de cambiar el diseño y
estética de las decoraciones «callejeras». El objetivo es mejorar
25 calles cada año hasta completar toda la ciudad con una
iluminación nueva. Los diseños no son fáciles de realizar y se
encargan, una parte, por catálogo, y otra se crea en Mallorca. Este
año existen 32 calles en reducción de gastos con la incorporación
de nuevas bombillas de menos watios.
El paseo Sagrera puede ser uno de los puntos más llamativos. Los
troncos de las palmeras, a lo largo de todo el paseo, son
«arropados» por una delicada «manta» de microlámparas. Y este
sistema de microbombillas también se utiliza en la fachada del
Ajuntament, la calle Constitució y la Plaça d'Espanya. La travesía
comercial (San Nicolás, Jovellanos, Brossa, etc.), luce unos tonos,
en sus bombillas, poco habituales, cómo el azul o lila, puesto que
los colores que predominan en los diseños de iluminación navideña
son el rojo, amarillo y blanco.
En Bonaire también destaca el intenso tono rojo a lo largo de toda
la calle.
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